La preocupación por el medio ambiente, la sostenibilidad y el futuro es una de las características de la sociedad actual. Cada vez son más los consumidores que eligen sus productos valorando si los materiales son reciclados, si el transporte utilizado para el envío es sostenible, y si la empresa es respetuosa en general con el medio ambiente.
Pero la logística no es la única parte del puzzle empresarial en el que la sostenibilidad se ha convertido en algo indispensable, el marketing sostenible es lo que te permitirá a tu empresa estar a la altura del reto actual, ofrecer a los consumidores productos y servicios de una forma que se adapte a sus estándares, y mejorar tu imagen de marca de forma coherente.
En este artículo te invitamos a que conozcas en profundidad el marketing sostenible, sus principios, en qué se diferencia de otras prácticas poco recomendables como en greenwashing, y cuáles son los principales focos que debes tener en cuenta para poner en marcha una estrategia de marketing sostenible.
¡Comenzamos!
¿Qué es el marketing sostenible?
El marketing sostenible, también conocido como marketing verde o marketing ecológico, se refiere a la práctica de promover productos y servicios de manera responsable con el medio ambiente y con la sociedad en general.
El objetivo del marketing sostenible es reducir el impacto negativo de la actividad empresarial en el medio ambiente y en la sociedad, y a la vez aumentar la rentabilidad y la competitividad de la empresa.
Philip Kotler, considerado uno de los mayores expertos en marketing de la historia, acuñó la siguiente definición: El marketing sostenible consiste en “Satisfacer las necesidades de los consumidores actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras”.
El marketing sostenible se enfoca en el desarrollo de productos y servicios que sean menos perjudiciales para el medio ambiente, que utilicen menos recursos naturales y que generen menos residuos. Además, también se enfoca en el desarrollo de prácticas empresariales responsables, como la gestión eficiente de recursos, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de la diversidad y la inclusión, y el apoyo a las comunidades locales. Por tanto, este tipo de marketing afecta tanto a los productos que se desarrollan, como a la forma de venderlos y presentarlos al público.
El marketing sostenible es una estrategia empresarial que busca generar valor a largo plazo para la empresa, pero también para los consumidores y para el medio ambiente. Al implementar prácticas sostenibles no solo mejora la reputación de la empresa, sino que también aumenta la lealtad de los clientes, y atrae a nuevos consumidores.
¿De dónde surge el marketing sostenible?
En los últimos años el marketing sostenible ha experimentado un gran incremento, que ha ido acorde con la preocupación social por el medio ambiente y la sostenibilidad del futuro. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 han tenido un gran impacto en los consumidores y también en las empresas que han sabido adaptarse rápidamente a la demanda, y entender qué es lo que el mercado está demandado actualmente.
Sin embargo, el marketing sostenible comenzó a ser reconocido en la década de los 80, cuando el cuidado del medio ambiente y la preocupación por las sustancias nocivas empezó a popularizarse. A medida que la sociedad fue tomando conciencia, las prácticas empresariales comenzaron también a cambiar y a tener presente aspectos como la reducción de la contaminación, la utilización de materias primas renovables, las emisiones de gases de efecto invernadero, la huella ambiental de cada empresa, etc. Desde entonces hasta ahora, el marketing sostenible se ha convertido en una práctica cada vez más común y no ha parado de evolucionar de la mano de las nuevas tecnologías.
Marketing sostenible vs greenwashing
Como ya sabemos todos, especialmente en marketing, no es oro todo lo que reluce…A pesar de los beneficios que ofrece el marketing sostenible, hay prácticas que intentan obtener beneficios similares adoptando simplemente un “lavado de cara”. El Greenwashing intenta hacer creer a los clientes que la empresa está comprometida con la sostenibilidad, cuando en realidad solo cambia algún elemento de la estrategia publicitaria, pero no se toman medidas de peso, ni cambia nada más en la empresa.
Un ejemplo, sería la relanzar un producto sin cambiarlo, pero incorporar un envoltorio verde, con palabras como “100% natural”, que en realidad no significa que el producto sea orgánico, o que no lleve plásticos, pero harán pensar al consumidor que el consumo de ese producto es más responsable que el de la competencia.
La diferencia fundamental entre el marketing sostenible y el greenwashing es que el marketing sostenible se enfoca en la implementación de prácticas empresariales sostenibles y en la promoción honesta y transparente de estas prácticas, mientras que el greenwashing es una práctica engañosa que busca crear una imagen positiva de una empresa al hacer afirmaciones falsas o exageradas sobre su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad.
Los principios básicos del marketing sostenible
Hay ocasiones en las que las líneas pueden ser muy finas, o generar confusión. Algunas preguntas frecuentes son ¿Cómo podemos diferenciar una práctica de marketing sostenible de un simple lavado de cara o Greenwashing? ¿Cómo puedo realizar marketing sostenible si ofrezco servicios y no productos? Hay una serie de principios básicos del marketing sostenible que nos permiten aplicarlos en todas las situaciones. Con ellos, además tendremos la certeza de estar siendo coherentes, de no defraudar a nuestros clientes, y de evitar el efecto rebote o una crisis de reputación, como les suele ocurrir a las empresas que practican el Greenwashing.
- Pon el foco en la sostenibilidad: El marketing sostenible se enfoca en la creación de productos y servicios que sean sostenibles y que minimicen su impacto en el medio ambiente y la sociedad. Puede ser a través del reciclaje, la economía circular, la reducción de emisiones, el uso de renovables, la mejora de la eficiencia energética, etc.
- Compromiso con la responsabilidad social: El marketing sostenible también busca mejorar la calidad de vida de las personas y de las comunidades, a través del compromiso con prácticas sociales y ambientales responsables. Por lo tanto, ayudar de forma transversal al desarrollo de las comunidades locales, o dar visibilidad a problemas sociales para buscar su solución también son formas de marketing sostenible.
- Transparencia y honestidad: El marketing sostenible se basa en la comunicación transparente y honesta de las prácticas empresariales sostenibles, sin hacer afirmaciones engañosas o exageradas. Esto incluye no contar una verdad a medias, o omitir una parte de la información que pensamos que “no queda tan bonita” a ojos de los consumidores. Es mejor ser honestos y explicar cómo se está trabajando por mejorar los aspectos que aún no se han logrado pulir.
- Educación al consumidor: El marketing sostenible también se basa en educar a los consumidores sobre los beneficios de los productos y servicios sostenibles, y cómo estos pueden contribuir a la sostenibilidad. Explica, enseña, y utiliza tus productos para concienciar. Los consumidores agradecen la información real y honesta, y les gustan las empresas que se toman la molestia de explicar por qué hacen las cosas de determinada manera.
- Innovación: La sostenibilidad casi siempre llega de la mano de los cambios y la innovación, por eso el marketing sostenible también implica innovar en el desarrollo de los productos y servicios para hacerlos más sostenibles, y la innovación en las formas de comunicar y atender a los clientes.
- Colaboración y cooperación: Por último, el marketing sostenible promueve la colaboración y cooperación entre empresas, consumidores, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para abordar los desafíos ambientales y sociales. Esto sucede porque el marketing sostenible busca las sinergias para lograr sus objetivos teniendo en cuenta a otros actores, ya que, aunque busca su propio beneficio, entiende que éste no está reñido con el beneficio de los demás, y el beneficio de la sociedad en general.
En resumen, el marketing sostenible se rige por principios que promueven prácticas empresariales responsables, innovación sostenible, transparencia y colaboración, todo con el objetivo de reducir el impacto negativo de las empresas en el medio ambiente y la sociedad, y crear valor sostenible para todas las partes interesadas.
5 características de una estrategia de marketing sostenible
Ahora que conoces más a fondo el marketing sostenible y sus principios, vamos a ver 5 características que debes incluir en tu estrategia de marketing sostenible para que sea efectiva.
- Orienta tu estrategia al consumidor.
Todas las estrategias se deberían enfocar al consumidor, pero en este tipo de marketing el buyer persona cobra una especial relevancia, no solo debemos conocer sus hábitos de consumo y sus puntos de dolor; sino también sus valores, sus intereses personales, y sus preocupaciones sociales y ambientales. - Ofrece un valor añadido
Evidentemente, todas las acciones que lleves a cabo deben ser rentables y generar un beneficio. Pero, además, debes concentrarte en que tus acciones generen un valor añadido para tus clientes, de forma que generes relaciones cercanas y duraderas con ellos. Los clientes quieren sentirse personas, no sujetos; quieren sentirse escuchados y valorados, por eso la transparencia, el compromiso, y la atención al cliente son indispensables en este tipo de marketing. - No tengas miedo a la innovación
El marketing sostenible implica pensar en el futuro, y para ello hay que innovar. No solamente en la fabricación de nuevos productos, nuevas formas de hacer las cosas, embalajes, distribución, etc. Sino también innovación en las tendencias, en las formas de comunicar, y en las estrategias de venta. Para lograr un futuro mejor, hay que cambiar el presente. - Mantén tu misión presente
Tu estrategia de marketing sostenible debe estar siempre alineada con la misión de tu empresa. Se trata de un propósito final que trasciende más allá de la empresa y revierta en la sociedad. - Marketing societal
El marketing societal tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas y la sociedad en general, busca generar valor no solo para los consumidores y la empresa, sino también para la sociedad en su conjunto. De modo que, los productos y servicios de la empresa contribuyan al bienestar social y solucionen los problemas actuales de la sociedad. Puedes preguntarte: ¿Cómo pueden mis productos o servicios contribuir al bienestar social? ¿Se podría cambiar algo para mejorar su impacto?
Los beneficios del marketing sostenible
Ahora que conoces a fondo en qué consiste el marketing sostenible, y las características que pueden ayudarte a ponerlo en marcha, vamos a ver cuáles son los beneficios que aporta:
- Mejora de la reputación y la imagen de marca: La implementación de prácticas empresariales sostenibles y la promoción honesta de estas prácticas mejoran la imagen y la reputación de una empresa. Los consumidores y otras partes interesadas, como los socios y colaboradores, tienen una opinión más positiva de las empresas que se comprometen con la sostenibilidad.
- Aumento de la lealtad del cliente: Los consumidores con sensibilidad hacia los asuntos sociales se muestran más leales a una empresa comprometida con la sostenibilidad y con el bienestar social y ambiental. Esto implica que la empresa consigue una mayor retención de clientes, y además, una mayor recomendación por parte de otros consumidores.
- Reducción de costos: Cuando el marketing sostenible se aplica con coherencia ayuda a reducir los gastos de las empresas a largo plazo por las acciones que implica, como la reducción de los residuos, el ahorro de energía y la optimización de la cadena de suministro.
- Mejora del valor de la marca: La sostenibilidad se ha convertido en un factor importante para los consumidores al tomar decisiones de compra. Al demostrar su compromiso con la sostenibilidad, una empresa puede aumentar el valor de su marca y diferenciarse de la competencia.
- Cumplimiento de normativas y regulaciones: Las empresas que se comprometen con la sostenibilidad pueden estar mejor preparadas para cumplir con las normativas y regulaciones ambientales y sociales, lo que puede evitar multas y sanciones.
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